lunes, 8 de febrero de 2016

LOS 90 DE DON GUILLERMO MORÓN

LOS NOVENTA AÑOS DE GUILLERMO MORON


Por: Juandemaro Querales

Para Guillermo Morón llegar a los noventa años, lúcido y presenciar la transición Dictadura-Democracia, qué se está dando en Venezuela. Es un verdadero regalo de la vida y el destino.
Para la Venezuela pensante, el historiador caroreño es una suerte de argonauta, cuyos sueños y desvelos, dejados en miles de páginas escritas, están contenidas muchas de las respuestas a las diversas interrogantes que nos depara el futuro; ahora lleno de obstáculos, como producto del capricho de unos obstinados que quieren que se vuelva a los tiempos de golpes y dictaduras, para no dar cuenta de la gestión de gobierno de los últimos tres lustros
Celebraremos los noventa años del autor de: “El Gallo de las Espuelas de Oro”, volviendo a sus libros de investigación en Historia, también a su narrativa contenida en cuentos, novelas y memorias, en un momento de mala prosa, por el retroceso que significó  el entroniza miento de jefes políticos y militares; cuyo imaginario apela a la diatriba y a la descalificación, de todo aquel que piense distinto.
Morón, en dieciocho años de dictadura, recibió todo tipo de descalificaciones, por pensar distinto; desde el pódium altisonante de Alo Presidente  de Hugo Chávez, donde fulminaba con su verbo chabacano y cerril, seguida de manera dogmatica  por serviles imitadores como Mario Silva; atacaban al paciente pensador, tergiversando y empañando su talento, recogido en la grafía; que como producto de años de estudio en Centro Universitarios de Europa y América, para gloria de Latinoamérica.
No fue en vano, esa lucha solitaria que emprendió el escritor de la única Historia de Venezuela publicada durante el siglo XX, contra esta tiranía que distorsionó nuestro pasado, con el fin de crear una nueva teología patriotera, donde figura como tótem Hugo Chávez. En los actuales momentos en que están cayendo los becerros de oro y las estatuas del déspota, recobra actualidad las opiniones del sabio caroreño.
Son memorables sus opiniones vertidas en artículos y entrevistas de televisión, ante cada uno de las Apoteosis del régimen chavista como: La traída de cenizas de Manuelita Sáenz; o la tierra traída de Loma de Urquìa en los Teques, como símbolo de Guaicaipuro, para honrar el pasado aborigen. Textos a los cuales volveremos una y otra vez, para buscar explicación, del por que? Resurge el militarismo primitivo; después de cincuenta años de vivir en un modelo democrático. Queremos saber más: por qué? En nuestro imaginario subsiste como un atavismo, el modelo bárbaro de José Tomás Boves, Ezequiel Zamora, Martín Espinoza o el Indio Rangel. 



 Guillermo Morón.  Individuo de las letras Latinoamericanas.
Por: Jesús A. David 

           En el Ateneo Guillermo Moron de Carora, sentimos especial complacencia porque  en este año de 2016, nuestro epónimo, el Doctor Guillermo Moron, arribe a sus 90 años de vida. En primer lugar, valla hasta el doctor Moron, nuestra más emotiva palabra de felicitación acompañada del más profundo respeto y permanente admiración.
          Hablar de un individuo de las letras latinoamericanas de este calibre, no es nada fácil, así que ofrezco disculpas por las omisiones que el lector pueda considerar, ya que el compromiso no es sobre lo pueda decir, sino, sobre lo que deje de decir.  Debo acotar también, que un ensayo no es suficiente para decir todo lo que debería decir, más aun, tomando en cuenta la subjetividad de una opinión.
          Guillermo Moron nació en Carora, el 08 de febrero de 1926. Actualmente reside en la ciudad de Caracas capital de la República Bolivariana de Venezuela.  Historiador, ensayista y escritor; graduado en ciencias sociales, en el Instituto Pedagógico de Caracas, posteriormente hace un doctorado en  historia en la Universidad Complutense de Madrid  España. Realiza también estudios de especialización en las Universidades de Gottingen y Hamburgo en Alemania. Desde muy joven, se incorpora a la vida cultural de país, publicando libros, folletos y artículos de prensa en periódicos y revistas nacionales. Asimismo, comparte esas actividades con otra de de sus grandes pasiones como es: la docencia, por lo que interactúa en diversas  instituciones académicas. Muy pronto se convierte en un escritor prolífico, lo que le ha valido hasta hoy, haber publicado alrededor de un centenar de obras académicas y literarias, todas ellas con un enfoque profundamente humanista, dedicadas a la historia nacional y la reflexión sobre la condición del hombre y el destino de la cultura y del  intelectual. El estudio histórico y la profunda meditación ensayística, han sido las causas principales de su actividad intelectual, aunque en los últimos años ha orientado su quehacer a la narrativa de ficción. A pesar de estas diversidades en el recorrido de su obra, hay implícita en ella una unidad esencial de fondo, que permite articular como expresión de un mismo proyecto, intelectual e ideológico. La obra del doctor Moron, busca situar y dimensionar al hombre latinoamericano dentro de la tradición ilustrada de la historia y la cultura; de allí, su marcado interés por revisar el pasado histórico nacional, así como su recurrente preocupación por la cultura greco-latina, especialmente en sus ensayos y por las tradiciones populares que permanecen en la cultura del interior del país, con marcado énfasis, en su obra narrativa. Sin lugar a dudas, el doctor Moron ha sido un estudioso de la filiación Europeo-Occidental de la historia y la cultura Latinoamericana. Pero también ha sido un crítico muy especial, ya que de igual forma, se ha empeñado en demostrar, que así como la cultura Europea tiene su historia, asimismo, la cultura y la literatura Latinoamericana, tiene su propia historia y por ende, su propio cuerpo. Ese pensamiento, no es un capricho del doctor Moron y mucho menos una opinión focalizada, sino que forma parte de su ideario original y filosófico, de su concepción de pensador; y esto lo podemos comprobar en su obra “Historia Contemporánea de América Latina” en la que afirma que: América no estuvo conformada por colonias, sino, por provincias y reinos plenamente integrados a un sistema que regia por igual a sus análogos, tanto en España, como en América. En este mismo orden de ideas, encontramos en la extensa obra del doctor Moron, que trabajo:  En el Instituto Pedagógico de Caracas, en la revista Amigos del Hogar, publico en el diario El Impulso de Barquisimeto, en El Nacional de Caracas y en El heraldo de Caracas. Se fue a Alemania en 1956 y laboro en Hamburgo hasta 1958, cuando retorna a Venezuela y fue nombrado director de la revista Shell y director de la Academia Nacional de la Historia, donde permanece hasta 1996, allí impulso y condujo la publicación de la colección denominada El Libro Menor. Fue Profesor  Titular de la Universidad Simón Bolívar desde 1974 hasta 1985. En 1992 fue designado por la Organización de Estados Americanos como director  de la “Historia de América Latina”, obra monumental que contiene de manera magistral en nueve volúmenes y 36 tomos, el trabajo de 240 historiadores, que plasmaron todos sus conocimientos y experiencias a través del lenguaje mágico, humanista y real de sus finas plumas. Siguiendo con la obra infinita del doctor Moron, citare algunos títulos que considero son de obligada consulta para quienes practicamos la delicada y hermosa tarea de incursionar en el mundo maravilloso de La Cultura: “Los cronistas y la Historia” (1957), “Los Borradores de un Meditador” (1958),” Historia de Venezuela” (1960), “Textos sobre Lisandro Alvarado” (1981), “Historia de Francisco y Otras Maravillas” (1982), “El Gallo de las Espuelas de Oro” (1984), “Ciertos Animales Criollos” (1985), “Los  presidentes de Venezuela” (1993), “Memorial de Agravios” (2005) y  “Los Imperios y el Imperio” (2013).
              Finalmente, entre tantas cosas que se pueden decir y agregar sobre este ilustre personaje, Venezolano universal, individuo de las letras latinoamericanas, catapultado a permanecer en el imaginario universal de la cultura, por su impecable trayectoria académica,  humanista, filosófica, capaz de trascender en las más controversiales circunstancias: políticas, económicas, sociales como le toco enfrentar a nuestra Latinoamérica en el siglo XX y lo que va del siglo XXI, es sin lugar dudas, el doctor Moron, un ejemplo a seguir , porque nos ha enseñado que el precio de ser intelectual, se paga caro, pero vale la pena, porque al final vence la constancia, la vehemencia y la fe que comienza con nosotros mismos y que deberíamos proyectar radialmente.
               Desde la cuna del doctor Guillermo Moron y  el ateneo, reafirmamos el compromiso que hemos asumido, de seguir luchando a brazo partido por el desarrollo cultural de esta tierra, que ha parido y seguirá pariendo   hombres  y mujeres   que se han convertido y  seguirán convirtiéndose   en ciudadanos universales.
              Enhorabuena, en sus 90 años Doctor Guillermo Moron.   




ELOGIO A GUILLERMO MORÓN 

William Villanueva.-
Los buenos escritores, entiendo, releyendo al Maestro de América, Luis Beltrán Guerrero, escriben no sólo sobre la complejidad de los hechos y personajes, sino también de las cosas más sencillas. En don Guillermo, se da la condición básica e intrínseca, taxativa  de explorar en la palabra lo que concierne a su espacio vital, por eso su obra no se desprende del terruño de sus correrías infantiles y juveniles, para contarnos amenamente acontecimientos inmanentes a su raíz familiar. En El Gallo de las espuelas de oro, cuenta que sabe de quien prepara la chicha con el secreto de los indios de Aregue, y hace mención de sus visitas a Aregue, a que Michuz Pernalete, quien prepara los biscuyes más famosos de la región. De su obra el Maestro de América, Guerrero, dice: “El Gallo puede resultar historia para los del lugar, y novela para los extraños. No sólo el libro del obispo Martí, una de cuyas completas versiones reposaba en un colegio religioso de Carora, sino aquel extraviado o incinerado Libro Becerro de Ponce León, parecen haber sido consultados por el autor como base para sus confabulaciones, genealógicas y contemporáneas”
De su obra narrativa indica Juandemaro Querales: “La obra narrativa de Guillermo Morón llena un espacio de la actual literatura venezolana, entre Salvador Garmendia, Adriano González León y la más reciente generación, existe como un hiato, cañón o garganta que fue subsanado por el autor Caroreño, quien con una novela: “El Gallo de Las Espuelas de Oro”, organiza las venezuelas posibles, en un friso doloroso, en que se ha convertido la vida en una nación, trémula y caricaturesca; personajes que después-cobran vida para convertirse en su némesis hasta que llegue a los bordes de la muerte”.
La satanización que se ha hecho desde la élite oficialista actual hacia algunos historiadores, como don Guillermo Morón, ha silenciado la colosal obra historiográfica y literaria de quien ha realizado un importante aporte al legado histórico venezolano, tan sólo por no ser complaciente con quienes desean imponernos otra historia donde se gira absurdamente y en forma insistente en comparar a Hugo Chávez con la figura continental del Libertador Simón Bolívar. Con lo que se le ha pagado muy mal. Como muestra de esa intolerancia,  al revisar las obras en digital de la Biblioteca Ayacucho, en la web,  las del historiador cuiqueño-caroreño no aparecen, es así que se le niega a las nuevas generaciones conocer su obra, la que por supuesto es ignorada por la élite cultural seudorevolucionaria que tampoco ha hecho ninguna edición de sus libros en la imprenta del estado.
Sería aún más absurdo mantener su figura en el olvido, a semejanza de lo practicado por regímenes dictatoriales contra intelectuales ilustres, nada más y nada menos de quien podemos afirmar que es un clásico viviente. En palabras de Luis Beltrán Guerrero: “ESCRITOR DEL AÑO, sí, como convencionalismo para alertar a ignorantes, olvidadizos o conspiradores del silencio.” “Pero Guillermo Morón es escritor de todos los años, de ahora y de mañana. Clásico vivo y andante; escritor de clase y para ser leído y comentado en clase”.
Por eso y por lo que históricamente representa para muchos venezolanos la figura egregia de don Guillermo Morón, por encima de estos mezquinos intereses, desde el lar que lo adoptó como su hijo, nos sumamos al merecido homenaje nacional desde la institución cultural donde se atesora su legado y se forma la nueva intelectualidad caroreña, el ateneo del cual es su epónimo, en sus noventa años de vida, los cuales han llenado de gloria las letras venezolanas.


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